Viajeros por el mundo

A lo largo de mis viajes me he encontrado diferente tipos de viajeros por el mundo. Gentes llegadas de todos los rincones del planeta. De todas las razas y colores de piel. Chicos y chicas pelirrojas o morenas. Altos y bajas, delgadas y gordas. Viajeros por el mundo que disfrutan de sus viajes como si no hubiera mañana. Que intentan vivir el día a día y descubrir en cada rincón de su destino la esencia primigenia del viaje: EL SENTIDO DE VIAJAR.

Aunque se hace evidente que no todos viajamos por las mismas razones. Sin duda, hay puntos en común entre todos los que deciden coger la maleta y lanzarse a la aventura. La aventura del desconocimiento para conocer. De escapar de nuestra zona de confort para adentrarnos en lo inesperado. Ese influjo genético nómada ancestral que a muchos de nosotros nos impulsa al vagar, aunque sea sólo por un corto periodo de tiempo. No intentemos apaciguar nuestros anhelos de trotamundo. Miles de experiencias enriquecedoras nos esperan ahí fuera, entre esas gentes, en esos lugares, esperando el ser descubiertas y disfrutadas.

Diferentes tipos de viajeros

No obstante, existen diferentes tipos de viajeros, eso es obvio.Hay el que pretende nada más que disfrutar de lo que hace cada día en su ciudad de origen, pero en un destino exótico. Este es el mayoritario hoy en día. Y no sólo hablo del turista de "resort" y playa. De cenas y comidas. De copas en el bar. Aquel, que tras visitar en una jornada estresante algún museo o punto de interés, hace lo que ha venido a hacer: Pasar un buen rato en el hotel o en el bar de la esquina. Como decía, no son solo los amantes del todo incluido. También jóvenes mochileros recorren el mundo de gueto en gueto, de barrio en barrio, en los que no hay nada más que hay chicos como ellos. De pub en pub, de cerveza en cerveza.

El turista

Realmente no debemos renegar de la palabra turista ni lo que ella conlleva. Todo viajero es turista. Pero en estas lineas hablaremos del viajero que goza de ver todo monumento, plaza, templo, castillo, estatua que hay en su destino. Allí se hará una foto que colgará en sus redes sociales. Selfie para que lo encumbres al olimpo de los viajeros. De aquellos que han recorrido el mundo. Da igual si viaja por unas días, incluso horas. Si baja del crucero para en una marcha frenética seguir al del cartelito y visitar todo lo visitable. Y no es que hacer turismo este mal, como decía: "todos lo hacemos". Pero relájate, si no ves esa iglesia no importa. No es necesario recorrer cada rincón de la ciudad.

El mochilero

He aquí otro especimen peculiar. Normalmente viajero de corta edad que quiere disfrutar del viaje entre otros jóvenes como él. Vivir la fiesta y la noche de cada ciudad que visita. Beber tantas cervezas como sea posible.... y si se tercia... echar un polvo. Sí, ya sé que eso es lo que hacen cada fin de semana. Que para eso no hace falta viajar. Pero bueno, son jóvenes y disfrutan de los últimos cartuchos antes de emprender una larga y aburrida vida laboral.

El trotamundos. Otro de los viajeros por el mundo.

A estos tipos te los encontraras aquí y allá si sueles viajar. Si no lo haces también los verás en tu ciudad de origen. De aspecto desaliñado y no prestando mucha atención a su higiene corporal se dejan caer al suelo luciendo rastas en sus cabezas e intentando vendernos baratijas o unas notas mal tocadas con una vieja guitarra. Estos "backpackers" o "begpackers" suelen creer que su forma de viajar es la genuina. Viajar sin un duro y que tú les pagues su forma de vida. Y tú, harto de trabajar 8h al día vas y les compras una pulserita. Pues yo me niego. El que quiera recorrer el mundo que se lo pague.

También hay que decir que algunos trotamundos son gente desprendida de apegos, que viaja con lo puesto porque no tiene más. Nómadas que no piden ni dan. Que observan y viven sus vidas, a veces duras, en soledad. Gente curtida y que parecen escapar de un pasado que les persigue y angustia. Gente sin hogar fijo y que merece respeto.

En definitiva, estos son algunos tipos de viajeros que me encontré por el mundo. No son todos, aunque sí los más comunes.