Mercadillos callejeros de Asia
- mlechuga
- 5 oct 2020
- 3 Min. de lectura
Quizás sean los humildes mercadillos callejeros unas de las atracciones turísticas más populares para los millones de viajeros que se desplazan cada año a esta parte del mundo. No podemos más que reconocer que estos templos del comercio y la gastronomía ejercen una especial atracción para el extranjero que, con ojos occidentales, se sumerge en tan sugestiva y exótica atmósfera. Y no seré yo el que escape a su influjo.

Mercadillos auténticos y turísticos
Podemos encontrar diversos tipos de mercadillos a lo largo y ancho del mundo. Mercados de productos perecederos: carnes y pescados, verduras, especias y salazones, frutas, hiervas... Son mercadillos que desprenden aromas indescifrables, lugares que embriagan o repelen. Sin duda, suelen ser estos algunos de los más auténticos que podemos visitar, no suelen estar mancillados por el turismo.
Otros, sin embargo, son lugar promocionados por las guías turísticas. Suelen ser mercados en los que el objeto del comercio son regalos, recuerdos y "souvenirs". Son el sitio propicio para que te cobren unas monedas de más por un objeto sin valor más allá del que le quieras tú darle. Mercadillos que se sitúan en céntricas y turísticas calles o plazas. Normalmente atestados de turistas, viajeros y curiosos. No faltan en estos los puestos de comidas bebidas y refrigerios. Buscavidas andan de aquí para allá intentado sacar unos dólares al incauto viajero. El alma de estos mercados está corrompida, son parques temáticos, un teatrillo en el que se hace creer al viajero que su experiencia es auténtica y real.
No obstante, no debemos pecar de excesos en la búsqueda de la autenticidad. No seamos muy duros con nosotros mismos ni con nuestro destinos. Siempre podemos encontrar alguna sorpresa oculta en el más insospechado rincón de cualquier mercadillo, por turístico que sea.
Entre baratijas y recuerdos puedes hallar el Santo Grial de tu viaje. Hacer un amigo inesperado, probar un plato delicioso, escuchar una melodía embaucadora, encontrar el amor entre las miradas de desconocidos.
Hay algo común a todos los mercados sea cual sea su naturaleza. El murmullo musical de las gentes que en un idioma inteligible susurra en tus oídos como una brisa otoñal. Las sombras de la noche salpicados por destellos de las linternas o fogones encendidos. Los olores y aromas, a veces fétidos a veces deliciosos, que saturan tu pituitaria. Y la alegría interesada de comerciantes, clientes y turistas reflejada en sus sonrientes caras.

Algunos mercadillos del sudeste asiático
Si has viajado hasta Kuala Lumpur (Malasia), seguro que habrás andado por Petaling St y calles aledañas. Allí se levanta el conocido mercadillo del chinatown local. mercado turístico de falsificaciones, recuerdos y comidas. Pese a su alma excesivamente turística merece la pena una visita.
En Singapur puede pasarte por Bugis St y tomar un delicioso zumo natural mientras compras una reproducción en plástico del icónico merlión. Mercadillo de recuerdos y refrescos en el que, eso sí, no hay falsificaciones (que estamos en Singapur)
En Saigón probablemente te pasarás por Ben Thanh market. El mercado central al que todos los turistas se acercan al menos una vez. Ecléctico lugar en el puedes adquirir una pulsera, un imán para la nevera, fideos, especias, bisutería...
En Bangkok tenemos el enorme y muy turístico mercado de fin de semana de Chatuchak. Situado al norte de la ciudad, es fácilmente accesible tomando el tranvía. En él podrás encontrar cualquier cosa que puedas imaginar: ropas, juguetes, productos frescos, electrónica...

Conclusión
Ya sean auténticos mercadillos en los que los nativos compran a diario los suministros necesarios para sus hogares o los más turísticos mercados preparados para sacar al viajero hasta el último dolar, siempre podrás disfrutar de una gran experiencia en estos lugares llenos de gentes. No dudes en visitarlos siempre que puedas. Yo lo hago cada vez que viajo a cualquier rincón del mundo.
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